La estructura se levanta, los muros de hormigón armado van adquiriendo forma y el espacio de la vivienda se hace presente. La foto enviada por el propio constructor, orgulloso de su trabajo, nos emociona. Pese a su posición no muy adecuada respecto a las medidas de seguridad en el trabajo, nos muestra un trabajador entregado a la perfección, a un mimo al trabajo hasta en los detalles. Y nos acordamos de la mítica imagen de la construcción del Rockefeller Center en Nueva York, Lunch atop a skyscraper. Altea Hills y Nueva York, quizás una altura similar para observar el horizonte, quizás una mejor vista la del mediterráneo.
Sirine Ghadban