La cimentación ha quedado terminada antes de la pausa del verano. Es la base de la vivienda, una losa de hormigón armado. El próximo paso, los muros, que serán estructurales y de contención.
Sirine Ghadban
Nuestro último proyecto ha echado a andar. Ya tenemos la vista del espacio principal de la vivienda. A pesar del calor de estas fechas en la visita de obra, nos gratifica comprobar un proyecto bien trabajado y estudiado.
Sirine Ghadban
El otro día visitamos esta exposición, Trazos en la arena, de Joaquín Sorolla, en el museo que fue su propia casa en Madrid. Una casa que está hecha con un poco de cada sitio. El jardín es mediterráneo, con influencia de la Alhambra, y dentro la cerámica valenciana está en las jarras y en las paredes. La casa, donde la luz es protagonista, ya muestra inquietudes propias de la arquitectura moderna de principios del siglo XX.
Encantados de contemplar la luz de sus pinceladas, nos quedamos con esta frase dando vueltas en la cabeza. Porque pone de manifiesto el hecho de pensar dibujando, o dibujar pensando: de la cantidad de significado hay detrás de un trazo. Un boceto, aunque no se materialice tal cual, siempre será un paso necesario para llegar al proyecto.
Sirine Ghadban
Desde que Arquixabia comenzó a andar, en 2006, los proyectos se han ido sucediendo progresivamente con mayor entidad, mayor escala o complejidad, y en los últimos años nuestro ámbito geográfico ha ido también expandiéndose.
Ahora llega el momento de actualizar nuestra imagen: Ghadban de Pascual arquitectos nos muestra tal como somos. Y con la estructura de esta nueva website ofrecemos de forma más clara el ejemplo de lo que nos apasiona. Agradecemos aquí el trabajo de Paco desde www.delaweb.net que nos permite reflejar la realidad actual de nuestro espíritu.
No construimos casas, diseñamos sueños.
Sirine Ghadban
Nuestra casa es nuestra segunda piel, o nuestra tercera si tenemos en cuenta la ropa que llevamos puesta. Con los avances de la ciencia y la tecnología la construcción se va perfeccionando y también se va aumentando el nivel de calidad que se exige a los edificios.
Independientemente de si estas exigencias vienen por cuestiones geopolíticas o de reducción de la contaminación, lo que cualquier propietario tiene a corto plazo con una vivienda bien aislada es una reducción del gasto en energía.
Aunque también hay que aclarar que no todo es aumentar el aislamiento respecto a cómo se construía hace unos años. Un buen aislamiento permite almacenar el calor dentro de casa en invierno y que no se escape, y permite que el calor no entre en verano. Pero además existen otras estrategias complementarias, como las protecciones solares, que van dirigidas a ganar el calor del sol en invierno y a evitarlo en verano.